Nuestra asociación
Boulogne-sur-Mer Langues et Cultures es una asociación sin ánimo de lucro creada por las universidades y las autoridades locales de la región. Su principal actividad es la enseñanza del francés como lengua extranjera (FLE) y la organización de vacaciones lingüísticas de verano, que incluyen cursos intensivos de FLE y un programa de actividades culturales. A través de la enseñanza de la lengua francesa, BMLC ha tratado de estimular encuentros e intercambios entre diferentes culturas desde 1951.
Nuestra escuela es también centro examinador de los exámenes TCF.
Nuestra ciudad
Situado en pleno centro de Boulogne-sur-Mer, BMLC goza de una ubicación ideal para acceder fácilmente a nuestros servicios.
Durante su estancia, podrá disfrutar del patrimonio cultural e histórico de la Côte d’Opale, de las actividades y comercios típicos de centros urbanos como Boulogne-sur-Mer, así como de la variedad de paisajes salvajes que nos rodean. La diversidad es impresionante: playa o bosque, centro urbano o ciudad fortificada, zona comercial o puerto, estación balnearia o campo, hay para todos los gustos. La situación geográfica también es ideal para visitar un gran número de ciudades francesas y europeas.
El equipo de BMLC
Nuestra prioridad es ofrecer a los estudiantes las mejores condiciones posibles para estudiar francés, y el equipo de BMLC pone en práctica los valores fundamentales de la asociación:
- Intercambio entre culturas con respeto mutuo
- Acogida y convivencia en todo momento dentro del centro, con oportunidades especiales de intercambio con todo el equipo y los invitados: comidas, salidas, clubes, veladas, etc.
- Una enseñanza diversificada que combina diferentes prácticas
- Participación activa de los alumnos
- Práctica de la lengua francesa fuera del aula
- Un programa de actividades accesible a todos los participantes, con numerosas oportunidades para conocer gente nueva y descubrir cosas nuevas a lo largo de la estancia
- El objetivo es que cada participante descubra la ciudad, la región y Francia a su manera, además de practicar la lengua francesa a diario.
Cada verano, unas cuarenta personas colaboran para ofrecer una cálida acogida a más de un centenar de estudiantes procedentes de todo el mundo.